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La tracción brusca del tendón de Aquiles puede originar su ruptura, pero ocasionalmente provoca un arrancamiento de su inserción en el calcáneo, provocando un fractura extraarticular de la tuberosidad posterior que en el caso de que sea desplazada, debe ser sometida a tratamiento quirúrgico.
Se presenta el caso de una paciente osteoporótica que tras sufrir caída de media altura presenta una fractura desplazada de la tuberosidad posteriosuperior de calcáneo, con sufrimiento cutáneo en la zona del Aquiles por la compresión del fragmento desde dentro hacia la piel.
Se procedió a realizar reducción abierta de la fractura por un abordaje paraaquileo externo y fijación con dos tornillos canulados de 4,7 mms sin cabeza, para evitar protusión del material de osteosíntesis sobre el tendón de Aquiles o sobre la cámara posterior del tobillo.
El manejo postoperatorio implica una descarga de peso de seis semanas seguida de rehabilitación. Es necesaria un control radiológico cercano a partir del inicio de la carga de peso, para controlar nuevos desplazamientos del fragmento, motivo por el cual se suele sugerir al paciente la utilización de un zapato con un pequeño tacón las primeras semanas de carga, para evitar tensión excesiva sobre la fractura.
Categoría: videos quirurgicos
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